Las Puertas de la Casa de la Muerte | |
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Dramatis Personae | Prólogo |
Raraku | |
Capítulo 1 | Capítulo 2 |
Capítulo 3 | Capítulo 4 |
Capítulo 5 | |
Torbellino | |
Capítulo 6 | Capítulo 7 |
Capítulo 8 | Capítulo 9 |
Capítulo 10 | |
Cadena de Perros | |
Capítulo 11 | Capítulo 12 |
Capítulo 13 | Capítulo 14 |
Las puertas de la Casa de la Muerte | |
Capítulo 15 | Capítulo 16 |
Capítulo 17 | Capítulo 18 |
Capítulo 19 | Capítulo 20 |
Capítulo 21 | Capítulo 22 |
Capítulo 23 | Capítulo 24 |
Epílogo | Paginación |
Los duendecillos del Embozado se revelan
a la hueste desordenada.
Susurros de muertes
en un coro que aletea.
La música melancólica tiene su propia
belleza, pues la canción de la ruina
es la más fértil.
Pescador
Las llanuras wickanas[]
Una joven viuda embarazada sale de la choza de una curandera y se detiene después de treinta pasos. La curandera le ha dicho que el niño que lleva es un recipiente vacío y sin alma. Le ha dado una medicina que devolverá al niño maldito a la tierra.
Pero cuando coloca el frasco en sus labios, la curandera detiene su muñeca y mira las nubes oscuras que se acumulan en lo alto. Al ver el miedo y la esperanza en el rostro de la curandera, la viuda exige saber qué está pasando. De repente, la nube oscura desciende sobre ella y se ve envuelta por una masa hirviente de cuervos. Mientras la curandera da voz sin palabras a la angustia de mil almas afligidas, la viuda repentinamente se da cuenta de algo.
En lo más profundo de ella, el niño se agita.